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Medicamentos que toma a diario y pueden elevarle la presión sanguínea

Descubra qué tratamientos comunes sin receta le pueden alterar la presión sanguínea. Además, conozca qué puede tomar en su lugar.

Beth Janes Por Beth Janes

¿Siente dolor de cabeza? ¿Tiene congestión nasal? ¿O acidez estomacal? Quizás lo primero que se le ocurra sea buscar un analgésico, un descongestionante o un antiácido en la farmacia. Pero, si tiene presión sanguínea alta o toma medicamentos para la presión sanguínea, esas píldoras podrían ponerlo en peligro. Estos y otros productos sin receta pueden elevar la presión sanguínea o interferir en el funcionamiento de los medicamentos.

“A veces, la gente cree que los medicamentos sin receta son del todo seguros y no tienen efectos secundarios, pero no siempre es así”. Así lo afirma Dave L. Dixon, PharmD, que forma parte del cuerpo docente de la School of Pharmacy en la Virginia Commonwealth University. También forma parte del Consejo de Liderazgo en Prevención de Enfermedades Cardiovasculares del Colegio Americano de Cardiología.

Es cierto que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU revisa los medicamentos sin receta. Se fijan si es seguro tomar un medicamento que no tenga receta. “Pero eso no significa que no pueda haber efectos secundarios o que no vayan a interactuar con alguna otra cosa que esté tomando”, explica Dixon.

El valor normal de la presión sanguínea es menos de 120/80 mmHg. Para quienes tienen presión sanguínea normal, el uso de medicamentos sin receta durante períodos cortos no suele ser motivo de preocupación. Así lo afirma el doctor David A. Alter, profesor asociado de medicina en la Universidad de Toronto. Pero, si mediante exámenes regulares se muestra que la presión sanguínea sigue siendo alta, debe estar atento a los posibles efectos secundarios e interacciones. También debe tener cuidado si ya recibe un tratamiento para la presión sanguínea. Esto es lo que debe saber para mantenerse seguro.

 

Por qué es importante la presión sanguínea

La presión sanguínea es la cantidad de fuerza necesaria para transportar la sangre a través de los vasos del cuerpo. Cuanto mayor sea la presión, mayor esfuerzo deberá hacer el corazón. Y, cuanto más se esfuerce el corazón, más fricción se crea. Con el tiempo, esa fricción puede dañar el revestimiento de los vasos sanguíneos.

La presión sanguínea muy alta (por ejemplo, 180/120) puede provocar síntomas como dolor de cabeza o sangrado de la nariz. Pero en la mayoría de los casos, no hay signos de presión sanguínea alta. Dixon indica: “Se la conoce como el asesino silencioso”. “Si no se controla con el paso del tiempo, es la principal causa de enfermedad cardíaca”.

De hecho, agrega el Dr. Alter, esta afección aumenta el riesgo de sufrir derrame cerebral, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal, problemas oculares y mucho más. Es investigador sénior y presidente de Investigación Cardiovascular y Metabólica en el Toronto Rehabilitation Institute de la University Health Network.

El Dr. Alter señala: “La presión sanguínea alta es un trastorno complicado”. “Los riñones, las glándulas suprarrenales, el cerebro y el corazón pueden estar implicados”. Por ello, afirma que se necesitan en promedio entre tres y cuatro medicamentos para controlarla. Y, si deja de tomar alguno de forma abrupta o no los toma de forma consistente, la presión sanguínea puede dispararse. Puede ser repentino o tardar unos días o semanas, y quizás no lo sepa hasta que sea demasiado tarde.

“He visto complicaciones horribles cuando la gente deja de tomar los medicamentos”, comenta el Dr. Alter. “Pero, si se olvida de hacerlo, no se asuste. Al día siguiente, tómelo según lo prescrito en vez de tomar dos dosis”.

 

Cómo los remedios sin receta repercuten en la presión sanguínea

Hay varias cosas que pueden salir mal con diferentes productos. Por ejemplo, algunos medicamentos sin receta modifican los niveles de líquido en el cuerpo, lo que cambia la cantidad de presión necesaria para transportar la sangre. El Dr. Alter indica que otros productos causan problemas con la forma en que el sistema absorbe o metaboliza los medicamentos con receta.

“Mi consejo es llevar una lista detallada de todo lo que toma, sin importar dónde lo consiga, y compartirla con el médico”, dice Dixon.

Mientras tanto, estos son algunos medicamentos y suplementos sin receta que pueden afectar la presión sanguínea. En algunos casos, es posible que el médico lo autorice a tomar uno o más durante un breve período. En otros casos, podría advertirle que los evite y ofrecerle una alternativa.

  1. Antiinflamatorios no esteroideos, como ibuprofeno y naproxeno. Estos antiinflamatorios pueden hacer que retenga agua, lo que significa que el corazón debe hacer más esfuerzo para bombear el mayor volumen. También pueden impedir que los vasos sanguíneos se expandan correctamente. Cuando los vasos son estrechos, la sangre no puede fluir con tanta facilidad.

    Alternativa: “El diclofenaco tópico es un antiinflamatorio no esteroideo que, en general, no afecta la presión sanguínea”, afirma Dixon. También se recomienda paracetamol, un analgésico común.
     
  2. Descongestionantes nasales y medicamentos para el resfrío y la influenza. Muchos de ellos contienen antiinflamatorios no esteroideos para aliviar los dolores que causan el resfrío, la influenza o el dolor sinusal. El Dr. Alter señala también que suelen contener ingredientes que secan la mucosidad y contraen (aprietan) los vasos sanguíneos, lo que puede elevar la presión sanguínea.

    Alternativa: Los aerosoles salinos aflojan la mucosidad para aliviar la congestión. “El té caliente y las duchas tibias o una compresa caliente también pueden brindar alivio”, dice Dixon. Para las alergias estacionales, recomienda el uso a corto plazo de un aerosol nasal con corticoesteroides (esteroides).
     
  3. Antiácidos. “Suelen tener un alto contenido de sodio, lo que causa retención de agua”, afirma Dixon. “El líquido adicional restante puede elevar la presión sanguínea”.

    Alternativa: Cambiar la dieta puede ayudar a aliviar los síntomas del reflujo. Los alimentos fritos, la pizza y las carnes grasas, como el tocino, pueden provocar acidez estomacal. La avena, las bananas y los alimentos ricos en agua, como los pepinos y la sandía, son mejores opciones, ya que ayudan a reducir la acidez estomacal. Según Dixon, también puede hablar con su médico sobre medicamentos conocidos como inhibidores de la bomba de protones o bloqueadores H2.
     
  4. Suplementos herbales, de pérdida de peso y otros. Dixon señala que pueden contener cafeína u otros estimulantes, que pueden elevar la presión sanguínea a niveles peligrosos.

    Alternativa: Hable con el equipo de cuidado para obtener un plan holístico (y más eficaz) de pérdida de peso o tratar los problemas para los que usaría suplementos.

 

Además de los productos sin receta, también es importante tener cuidado con el alcohol, las drogas recreativas, las bebidas energizantes, el café y otras fuentes de cafeína. El Dr. Alter afirma que todo esto puede elevar la presión sanguínea. No dormir lo suficiente es algo sencillo que también eleva la presión sanguínea. Sin embargo, lo que puede ayudar a controlar la presión sanguínea es, por ejemplo, consumir alimentos con alto contenido de fibra y bajos en sodio, y hacer actividad física con regularidad.

¿Necesita ayuda o tiene una pregunta sobre medicamentos o un problema de salud? ¿Quiere esforzarse para dejar de tomar medicamentos para la presión sanguínea? Recurra a su equipo de cuidado para diseñar un plan seguro. Según el Dr. Alter: “El cuerpo es dinámico: puede cambiar”.

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